Mbuyi Kabunda Badi. In memoriam
LYNDA AVENDAÑO SANTANA
Desde el momento de tu muerte Mbuyi Kabunda Badi, sabía que cuando me tocara hablar de ti me temblaría la voz; sobre todo, al decirlo en voz alta y pronunciar las palabras: “ Hasta siempre”.
Medito como hablar de ti y espero encontrar la entereza para pronunciar las palabras que evoquen en sus amplitudes al amigo, al intelectual, al académico, al hermano y al compañero. Me gustaría hacerlo con vocablos sinceros como lo de una niña o un niño, vocablos llanos, transparentes, francos, palabras desarmadas como mi tristeza, en busca de rozar definiciones sobre ti, en ese punto en el que nos quedamos sin palabras ante tu partida y nos queda “la labor del duelo” y el recabo de tu memoria como herencia de un pensamiento humanista, marxista, panafricanista, militante, decolonial, por tanto sur-sur, y solidario como tu participación en los seminarios de investigación doctoral para estudiantes e investigadores extranjeros de la uam, en la asociación de Africanista, tu trabajo en el Observatorio de estudios africanos en la uam, y tu colaboración en los Encuentros Sur-sur, instancias que tanto reivindicabas.
No puedo hallar, ni siquiera intentaría tratar de acertar las palabras justas que den el valor a tu pensamiento. Es vasto, y habría que empezar por aprender a apreciar tu mirada desde esa otredad, que eras tú y que somos los extranjeros en los cuales te reconocías, en tu persistencia en reivindicar en continuo tu origen , la de ser ciudadano de República democrática del Congo, y Bantú. Cabe señalar que tu pensamiento puso en valor lo mejor del humanismo europeo, poniendo en escena las miradas de Derrida y Levinas sobre las implicaciones del otro, sobre la necesidad de mirar de frente el rostro del extranjero, del diferente; siendo tu trabajo en el plano teórico, político y activista militante centrado en la importancia de la lucha de clases a partir de Althuser quien como tú lo sabías, indicaba: “Las clases no se definen “en sí”, sino que en su antagonismo” como lo establece en su libro “Qué hacer?”.
Pero tu pensamiento que vertías, en tus escritos, en tus clases y seminarios en múltiples parte de España, Latinoamérica y áfrica, fue más allá y rescató desde una mirada abierta, sólida y reflexiva, desde una mirada sur sur, por lo tanto desde las periferias del mundo, las potencias de los pensamientos de izquierda decoloniales, panafricanistas y latinoamericanos, por lo tanto en tus voces están Fanon, Quijano, Samin Amin, Dussel, Mignoli, entre otros, los cuales, exigías inflexionar y citar como se hace respecto de los intelectuales occidentales. En ello estuvimos junto a ti en múltiples y largas jornadas, a veces como gritándole al viento sin ser escuchados, pero tu voz nunca tembló ni se apagó por ello, para ti cada persona con las cual interactuabas ya fuese un obrero, un conserje, un estudiante o un intelectual , era una posibilidad de ser , una posibilidad de ser una persona abierta a la diferencia, de ser permeada por los discursos sur-sur.
Cabe destacar que de Fanon rescataste su discurso desde la negritud, su reclamos a las pieles negra con máscaras blancas, y su visión marxista revolucionaria empeñada en dar una vida digna, por tanto una real oportunidad de una vida en libertad a los condenados de la tierra, a los colonizados.
Y de Samir Amin, su teoría de la desconexión, como un proceso donde los países se tienen que replegar alejándose de las teorías capitalistas para lograr un avance hacia el socialismo, tanto en el Norte como en el Sur.
Tu Mbuyi denunciaste los nefastos efectos del capitalismo que como sabemos son apreciable en la devastación de áfrica y Latinoamérica, en todo orden de cosas, como lo vemos en la hambruna que mata miles de personas cada día, sobre todo negras y mestizas, como lo hiciste ver en tu participación en la selección de ONG´s que debían ser galardonadas por su trabajo en pro de ayudar a comunidades de África afectadas por falta de agua, de alimento, etc.
Más allá de todas estas acotaciones, quisiera simplemente agradecerte Mbuyi por tu pensamiento rescató siempre el valor e importancia de las revoluciones, en cuanto efectos y necesidades de luchar por las Utopías. De ahí el aprecio de Mbuyi a la revolución cubana, a la revolución de Argelia, y a la revolución chavista –considerando las contradicciones que ellas traen-, con las cuales te comprometiste desde tu activismo militante; tu aprecio a la lucha por una äfrica mejor, fue tu defensa a Kadafi por su panafricanismo y su intención de lograr una moneda única para África, lo que finalmente le trajo su muerte; también rescataste el pensamiento y legado de Salvador Allende y su importancia de la construcción de la vía al socialismo desde un proceso democrático pacífico. Se ha de decir que este año la estatua de Salvador Allende que tantas veces visitaste frente al Palacio de la Moneda de Santiago de Chile, para rendirle tributo, lamentará que no estés como te hubiera gustado estar a 50 años de la conmemoración por su lucha por un Estado más justo, democrático y popular, que fue truncado en el golpe de estado de 1973, por los fascistas chilenos encabezados por Pinochet, en complicidad con el gobierno estadounidense de Nixon, como lo denunciaste en tus discursos.
Por tu amistad, confianza, tu compañerismo y “solidaridad” que para mí, como para tantos otros, han sido una fuente viva; tan viva y constante que no puedo pensar que ya no estás,… nuevamente gracias Mbuyi.
Y como tú lo pensabas y sentías, como tantos de nosotros que no somos creyentes tal cual tú lo sabemos, sólo mueren aquellos que no se les recuerda, esperamos que tu obra siga viva, extendiéndose en su replicar en diversas latitudes.
Mi afecto a todos tus seres queridos, en España, África y Latinoamérica. A tu familia, en especial a tus hermanas, a tu hija, y a quienes elegiste como familia y refugio en tanto extranjero, en tanto otro en Europa, me refiero a Theophile Ambadiang, Jean Dedie, Loui, Bonny, Claudia y su madre Beatriz, a tus amigos Juan Carlos Giméno, a Suso izquierdo, y a tanto otros y otras.
A ti, al amigo, al intelectual, al académico, al hermano y al compañero de tantos años, de tantas extensas jornadas de conversación luego de tus viajes, y de los nuestros, jornadas que duraban de la mañana a la madrugada, a Mbuyi Kabunda Badi: Honor y gloria. Y aquí como tú lo sabías bien: Aquí Mbuyi, nadie muere compañero, aquí nadie deja de luchar,……
Encuentro Intelectual Sur-Sur, México, 2023 Ciudad de México, Colegio de México: 29, 30 y 31, mayo
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